¡Espera! ¡Espera! ¡Deja que tu espera sea en el Señor! Él se hace esperar. Él nunca defrauda al alma que espera en Cristo Jesús.
Mientras esperas, manten el ánimo. Espera una gran liberación y disponte a alabar a DIOS por ello.
La promesa que debe animarte está en medio del verso "aliéntese tu corazón", esta órden va directo al lugar donde se necesita ayuda. Si el corazón esta bien, todo el resto estará bien. El corazón puede calmar y animar y podrá hacerlo si te esfuerzas. Un corazón poderoso descansa y se regocija, en el palpita la fuerza en todo hombre. Nadie más que DIOS, el creador del corazón, puede llegar a esa vasija secreta de la vida, solo quien hizo, puede hacerlo fuerte. DIOS puede proveer la fuerza necesaria a quienes se lo piden y necesitan. ¡Seamos valientes!, porque el SEÑOR Jesucristo te impartirá su fortaleza y la calma en medio de la tempestad y alegría en la tristeza.
Es esta basta experiencia y profunda, que nos hará entender que es bueno esperar en el SEÑOR, DIOS Todopoderoso, DIOS Padre de nuestro Señor Jesucristo.
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