La gracia soberana puede hacer a los extraños en hijos, y el Señor aquí declara su propósito, de hacer frente a los rebeldes y hacerles saber lo que ha hecho. Esto lo que el Señor ha hecho en mi caso, y si lo ha hecho en ti, entonces ¡Vamos a unir nuestras manos y corazones para alabar su Nombre Santo!.
Algunos de nosotros fuimos tan decididamente impíos, que la Palabra del Señor con toda verdad dice a nuestra conciencia y corazón: "Vosotros no sois mi pueblo". Es la Gracia que nos permite en nuestros propios hogares, cuando leemos la Biblia, oír la voz del Espíritu de Dios en nuestra alma: "Vosotros sois los hijos del Dios viviente." ¿Podemos estar lo suficientemente agradecidos por esto? ¿No es maravilloso? ¿No nos da esperanza para los demás? ¿Qué está fuera del alcance de la gracia todopoderosa? Ya podemos desesperar de todo, ya que el Señor ha hecho tan maravilloso un cambio en nosotros.
El que ha cumplido esta gran promesa, mantendrá todas los demás, por tanto, vamos a seguir adelante con las canciones de adoración y de confianza a DIOS, Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien a través de la obra santificadora del Espíritu, podemos obedecer a Jesucristo y ser redimidos por su sangre.
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