Gracia para el humilde

Quisiera compartir una palabra que me ha llenado mi corazón de alegría y agradecimiento a nuestro DIOS y Padre:

"Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes." Santiago 4:6. 

Los corazones humildes buscan la gracia y la encuentran. Los corazones humildes ceden a los llamados dulces de la gracia y por eso, les es dada en abundancia. Los corazones humildes se encuentran en los valles donde las corrientes de las aguas de la gracia fluyen, y de ahí beben. Los corazones humildes son agradecidos por la gracia y dan la gloria al Señor de la Gloria. Tomemos el lugar de los corazones humildes, que nuestro DIOS hará en nosotros más de lo que podamos imaginar o pedir. Quizás al leer esto, podamos decir "me temo que no soy humilde", ese es el inicio del lenguaje de la humildad. Otros se sentirán orgullosos de ser humildes, y este es el peor de los orgullos. Reconozcamos lo necesitado que somos, no merecedores de gracia mas bien merecedores del infierno, y si no somos humildes, debemos serlo. Humillémonos a causa de nuestros pecados contra la humildad, y entonces nuestro Señor y DIOS nos dará su favor. Es la gracia la que nos hace humildes y es esa humildad nos lleva a beber de los ríos de la gracia. Seamos humildes y agradecidos, para que no seamos avergonzados en el regreso de nuestro Señor Jesucristo y seamos contados entre los justificados por la sangre de Jesús el Cristo nuestro Señor y Salvador. Amén.

Caminar en la luz.

"Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.” Juan 12:46.

A veces, cuando echamos una mirada a nuestro entorno en el mundo, o cuando vemos tanta envidia, rivalidad, ambición por dinero, ignorancia de Cristo, duda, desesperación, pecado deliberado, de temor al futuro, nos damos cuenta que son solo caminos que conducen a muerte. Es como que el mundo estuviese tan oscuro como la noche, sin embargo Jesús el Cristo, ha venido, para que por la fe, podamos tener luz y ya no nos sentemos en la oscuridad que cubre todo el resto de la humanidad.

“Todo aquel que” es un término muy amplio: significa tú y yo. Si confiamos en Jesucristo, nunca más volveremos a sentarnos en las oscuras sombras de muerte, entramos en la cálida luz de un día que nunca terminará.

Es verdad, que no todo el tiempo estamos bajo días soleados, en ocasiones una nube pasa sobre nosotros, pero no olvides esto: pasa. Nosotros no permaneceremos en tinieblas si hemos confiado en Jesús el Hijo de DIOS. Él ha venido a darnos la luz del día . Sacude tu desesperanza, tu depresión, no permanezcamos voluntariamente en la oscuridad, sino decidamos permanecer en la luz. En Jesús tenemos esperanza, la alegría de la salvación,  la eternidad, una herencia en el cielo. Míralo a Él, a sólo Él, y te alegrarás como las aves se regocijan en el amanecer y como los ángeles se regocijan ante el trono.

De los grilletes a la libertad

"Jehová liberta a los cautivos; " Salmos 146:7.

Él lo ha hecho. Recuerda José, Israel en Egipto, Manasés, Jeremías, Pedro, y muchos otros. Él puede hacerlo todavía. Él rompe los barrotes de latón con una palabra y destroza las cadenas de hierro, con solo su mirada. Él lo está haciendo. En mil lugares con problemas, están llegando sucesivamente a la luz y la anchura y profundidad del amor de DIOS. Jesús todavía proclama la apertura de la cárcel a los que están prisioneros, ya sea en la angustia, miedos, temor por el futuro. En este momento las puertas están volando hacia atrás y grilletes están cayendo al suelo.

Si en este momento usted está de luto a causa de la tristeza, la duda y el miedo, Él hará las delicias para liberarte, querido amigo. Ahora es el llanto, mañana la alegría, y nadie te la podrá arrebatar. Será alegría en Jesús, será la verdadera libertad. No, no somos nosotros que debemos romper el hierro: es el propio Señor Jesús, quien lo hará. Sólo confía en Él, y Él será tu Salvador. Creer en Él, a pesar de los muros de piedra o las esposas de hierro. si ahora vas a creer en el Señor Jesús, en la franqueza de su gracia y la plenitud de su poder para salvar, satanás no puede mantenerte atrapado, el pecado no puede encadenarte, incluso la desesperación no te puede doblegar.

Desafía a tus enemigos, y deja que la palabra ahora, cante de liberación; "Jehová liberta a los cautivos".