miércoles, julio 31, 2013

Una apelación de rescate



" E invócame en el día de la angustia;  Te libraré, y tú me honrarás.
Salmos 50:15

¡Qué hermosa promesa de verdad! En aquellas ocasiones de Urgencia, en aquel día malo, he aquí la promesa que te librará. Con poca luz en el medio día, cuando cada momento se hace todo más oscuro, ante ti esta promesa, hecha para el día malo.


Aquí un condescendiente consejo, "un llamado a mí." Debe ser nuestro hábito constante durante todo el día y todos los días, el clamar a nuestro DIOS y Padre. Demos cuenta de la gracia de tener la libertad de invocar a DIOS, al creador de los cielos y la tierra, Padre de nuestro Salvador Jesús el Cristo. Entonces, seamos sabios y hagamos un buen uso de esta promesa y procedamos a darnos cuenta ¡ lo tonto que es ir corriendo a los hombres!

El Señor nos invita a colocar nuestro caso ante Él, dándonos un estímulo tranquilizador: "Yo te libraré."

Sea cual sea el problema que sea, el Señor no hace excepciones, pero promete completa, segura, feliz liberación. Él será mismo trabajará por nuestra salvación por medio de su propia mano. Así lo creemos, por el don dado del cielo, nuestra Fe en Jesucristo nuestro Señor.

He aquí un resultado final: "Tú me honrarás." Lo haremos con la mayor abundancia. Cuando Él nos ha librado, en voz alta le alabaremos, y como Él está seguro de hacerlo, vamos a empezar a darle gloria desde este momento. Amén.

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