¡Promesa preciosa! Señor, que pueda hacer mia esta promesa durante toda mi marcha en esta tierra.
Que el Señor mismo sea quien nos acompañe, significa mucho mas de lo que dice. Su presencia, incluye su favor, su compañerismo, su cuidado y su poder. Significa que estará siempre con nosotros, en cada paso de nuestra marcha. Significa, de hecho, todas las cosas: Si tenemos a DIOS presente con nosotros, tenemos la posesión de los cielos y la tierra.
Ven conmigo Señor, y luego me mandas dónde quieras.
La promesa dice algo más, nos dará descanso. Tenemos la certeza y la esperanza de encontrar un lugar de descanso. Hemos de tener el descanso que Dios mismo da, pues es ÉL toma las decisiones y nos preserva para su gloria. Su presencia nos hará descansar, incluso cuando estamos en marcha, sí, aun en medio de la batalla. ¡bendita sea su palabra!.
El descanso de DIOS ¿Puede alguna vez ser disfrutado por los mortales? Sí, es la promesa, y por fe lo creemos y suplicamos. El descanso viene del Consolador, del Príncipe de Paz, y del Padre de gloria, que descansó en el día séptimo de todas sus obras.
Estar con DIOS, es descansar en el sentido más enfático.
