"Tú encenderás mi lámpara; Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas." Salmos 18:28.
Mi alma puede que sienta la oscuridad, y si es de naturaleza
espiritual, ningún poder humano puede traer la luz, solo DIOS, Padre de
nuestro Señor Jesucristo, solo Él puede iluminar la oscuridad y al mismo tiempo
dejar su lámpara en el interior del hombre. Rodeado de una "oscuridad que
se puede sentir", mis ojos se fijan en el rostro de DIOS, quien puede
romper la oscuridad y hacer brillar su luz en mí.
Sea la misericordia de DIOS, que enciende su lámpara en mi y nada
ni nadie la puede apagar. La luz que el Señor ha encendido en el comienzo de
los tiempos, brilla todavía y las tinieblas no prevalecen. Para las lámparas de
Jehová es necesaria la limpieza, pero Él no las pondrá fuera de su presencia
para que se extinga su Luz, sino que las pondrá en un lugar alto para que den
luz a quienes caminan en la oscuridad.
Se alegrará mi alma, por la iluminación de la palabra de Dios y su
Espíritu sobre mi corazón y mis ojos. Aunque me canso de este camino pedregoso
y siento tristeza en este momento, ya sea por la debilidad de mi cuerpo frente
a la dificultad, sé que ésta oscuridad se desvanecerá por la Luz de la
presencia de DIOS que alcanza mi vida y la de mi familia. Mis ojos, mi mente,
mi corazón, mi vida son para DIOS Todopoderoso por medio de Jesucristo mi Salvador.
Pronto el Señor brillará sobre mí, y, más adelante, en poco de tiempo más,
estaré, junto a mi familia, en la presencia de DIOS y de nuestro Señor
Jesucristo, donde no hay necesidad de lámpara, ni luz del sol. ¡Aleluya!.
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