lunes, junio 13, 2011

EL cultivo de DIOS

"Yo, el Señor, soy su guardián, la riego constantemente; para que nadie le haga daño, la cuido día y noche. " Isaías 27:3

Cuando el SEÑOR habla en primera persona, no a través de un profeta, la palabra tiene un peso mayor en la mente de sus Hijos, tal como dice el salmista:

"Las sentencias del Señor son verdaderas: todas ellas son justas. Son más deseables que el oro, más que mucho oro refinado; son más dulces que la miel, la miel que destila del panal." Salmo 19:9-10.

En su palabra, nos dice, que es directamente ÉL, Jehová, el guardián de su viña y no le delega a nadie su cuidado, sino que lo hace su propio cuidado personal.

Somos regados con la Gracia, con la guía a través del Espíritu Santo, con la fortaleza y sabiduría que proviene de su mano para enfrentar los afanes de cada día. Si en algún momento nos hemos sentido seco, sin fuerza y confundidos, es porque necesitamos del riego de DIOS y es su mano poderosa que nos hace concientes de su cuidado para que nos demos cuenta de su amor presente sobre nosotros. Así también, su palabra nos enseña el inmenso amor que tiene para todos ¿acaso el sol no calienta a justos y a injustos? ¡Cuánto más es el cuidado con sus Hijos!, pues, el vela y cuida personalmente de cada uno de nosotros, y nadie nos podrá hacer daño.

La palabra de DIOS nos habla de los frutos del Espíritu, para quienes comienzan, los frutos que se están dando, es producto del debido cuidado de la semilla (palabra) que ha puesto en nuestros corazones y que es regado con la lluvia, que es la presencia de DIOS. Para los que se les ha concedido dar frutos, estos también son cuidados con el riego que da Jehová constantemente. Nadie puede dar verdaderos frutos, sin DIOS, los frutos que pueden dar los que están en el mundo son amargos y llevan consigo muerte, solo hacen daño, más los frutos del espíritu son vida y vida en abundancia.

En el campo, hay creaturas que pueden hacer daño al fruto, como por ejemplo el conejo, zorras pequeñas, jabalíes y toda clase de animales, así como también plagas y parásitos, pero DIOS mismo es quien nos guarda de todo lo que nos quiera hacer daño y aparta de su viña todo lo que quiera roer del fruto del SEÑOR. ¿Quién nos puede hacer daño? ¿Porqué tendremos miedo?, es el cuidado de DIOS todo lo que necesitamos, y es lo que debemos vivir....porque solo haciendo vida este principio podremos cambiar nuestra forma de pensar en forma definitiva, y ser como niños delante de DIOS y aún insertados en este mundo confundido, podremos caminar confiados, solo nos basta creer y soltarnos en las manos del SEÑOR nuestro redentor.

¿Podremos vivir con un pie en las lógicas del mundo y otro pié en las promesas del SEÑOR? Ciertamente no, porque nuestro SEÑOR no es a medias, nos pide una rendición total. ÉL sabe que no es fácil, por eso nos a provisto la oración y su propia guía, su palabra y el Espíritu Santo. Quizás muy perturbados al quebrar algunos paradigmas de nuestra enseñanza tradicional estaremos, y en la agitación no podremos escuchar al Espíritu Santo, pues somos humanos y esto sucede, pero ahí esta la palabra, un versículo con la promesa de DIOS para calmar a nuestra alma inquieta y volvernos en nuestra angustia a nuestro DIOS quien esta pronto a nuestro cuidado. ¡¿Qué más necesitamos?!, solo nuestra decisión y esa decisión se convierte en FE y esa FE en vida y esa vida en reino y ese reino en vida de DIOS.

OH SEÑOR, tu me dices "Yo te guardaré", yo te respondo " Te alabaré".

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