Yo no te olvidaré

"Recuerda estas cosas, Jacob,porque tú eres mi siervo, Israel. Yo te formé, tú eres mi siervo;Israel, yo no te olvidaré." Isa 44:21

Nuestro Jehová no puede olvidar a sus siervos o dejar de amarlos. El ha decidido amarnos, no por un tiempo, sino que para siempre. Él sabía que pasaría, cuando nos llamó a su familia divina. Se borran tus pecados como una nube que se disipa y podemos estar seguros de que Él no permitirá que volvamos a la puertas de iniquidad de las cuales nos ha sacado. Sería una blasfemia imaginar tal cosa. Que nunca se nos olvide, para que dejemos de pensar en ello.

Un momento que DIOS se olvide de nosotros, sería nuestra ruina, sin embargo el dice "Yo no te olvidaré". Los hombres se podrán olvidar de nosotros, pero DIOS nunca se olvidará de sus siervos, pues ÉL se ha unido a nosotros, no por lo que podamos hacer por ÉL, sino por lo que ÉL ha hecho por nosotros.

Se nos ha amado demasiado y se nos compró a un precio demasiado alto para ser olvidado. Jesús ve en nosotros los dolores de parto que costo nuestra redención, y ÉL amor que sobrepasa todo entendimiento, con el cual nos ama. El Padre ve en nosotros a la esposa de su HIJO y el Espíritu Santo ve en nosotros su propia obra eficaz. El SEÑOR piensa en nosotros. Este día serás socorrido y sostenido. ¡Oh, que el SEÑOR nunca sea olvidado por nosotros.!

Oración:

“Dios mío, te doy gracias por todo lo que haces, te doy gracias por mi vida y a pesar de que las cosas no salen como yo quisiera, sé y tengo la convicción de que tu tienes el control. Confío en que todo saldrá bien, confío en que tú nos sacaras de esta situación en la que he caído y he arrastrado a la familia que me has dado. Yo anhelo hacer tu voluntad y a pesar que muchas veces me cuesta, tú conoces a perfección mi corazón y sabes que mi deseo es agradarte. Señor perdóname por las veces que ha flaqueado mi corazón y ánimo, perdóname por las veces que a mi mente ha venido duda o regaños, pues sé que me estas enseñando a confiar totalmente en ti y en lo que estás haciendo. No permitas que mi fe decaiga y que a pesar de cualquier circunstancia siempre mis ojos este fijos en ti. Gracias mi Dios, porque sé que en ti puedo descansar, porque sé que en ti encuentro paz y sobre todo porque sé que en ti estoy seguro, tu jamás me has abandonado ni defraudado y sé que jamás lo harás, por lo que desde ya te doy la Gloria, la Honra y la Alabanza de todo lo que estas a punto de hacer en mi vida. Gracias mi Señor, en el Nombre de Jesús el Cristo, tu HIJO amado y nuestro Salvador, Amen y Amen”.