miércoles, abril 13, 2011

Un cuerpo Glorioso

"el cual transfigurará este miserable cuerpo nuestro en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud del poder que tiene de someter a sí todas las cosas." (Flp 3:21)

A menudo, cuando estamos atormentados por el dolor e incapaces de pensar o de adorar a nuestro DIOS, nos parece que estamos viviendo la palabra "el cuerpo de nuestra humillación", y cuando somos tentados por las pasiones que nacen de la carne, esta palabra se hace aún mas presente. Nuestros cuerpos nos humillan y es casi lo mejor que pueden hacer por nosotros. ¡Debemos ser humildes, y darnos cuenta de nuestra humilde condición delante de DIOS!, porque nuestros cuerpos son mas aliados a los animales e incluso nos unen con el polvo.

Pero nuestro Salvador, el Señor Jesús el Cristo, cambia todo esto. Estaremos formados con un cuerpo glorioso como el suyo. Esto se llevará a cabo en todos los que creen en Jesucristo. Por la fe, nuestras almas son transformadas, y nuestros cuerpos son sometidos a una renovación necesaria para hacerlos aptos para un espíritu que ha sido vivificado por el poder del Espíritu Santo. Qué tan pronto esta por ocurrir esta transformación completamente, no podemos decirlo, pero esta palabra, esta promesa, debería ayudarnos en las pruebas que vivamos hoy y de todos los males de la carne. ¡Dentro de poco seremos como Jesús el Cristo en toda su gloria!. No abrá mas caras de dolor, no existirá más extremidades hinchadas, problemas en la vista o problemas cardiacos. El anciano no será mas un conjunto de enfermedades, ni el enfermo una masa de agonía.

"para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya" ¡qué maravillosa expresión, incluso nuestra carne descansará en esperanza de una resurrección!.

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