martes, mayo 22, 2012

La explicación de nuestras dificultades



"para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste."
(Juan 17:21)


Si nos ha tocado vivir un tiempo de aflicción, de angustia, de soledad frente a la dificultad, tenga a bien leer este pasaje.

En Mateo 8:23-27, Nuestro Señor y Salvador Jesucristo, nos explica la actitud que debemos tener en situaciones de tormenta: FE.

La FE, es la convicción que nuestro DIOS es Todopoderoso y no nos dejara ni desamparará, ÉL es nuestro Pastor y Salvador, y nada ni nadie puede entorpecer sus propósitos, porque siempre se cumplirán. "Jehová cumplirá su propósito en mí" Salmos 138:8.

Ahora, por su misericordia, nos explica la razón de esas tormentas, que son traducidas en nuestras vidas como aflicciones y angustias.

En lo escrito en Juan 17:21, nuestro Señor y DIOS, explica exactamente por qué estamos donde estamos y porque sucede lo que sucede: Jesús nuestro Salvador, ha orado al Padre, para que cada uno de sus redimidos "sean uno" con el Padre como Él es.

¿Estamos dejando que DIOS Altísimo y Soberano, responda la oración de su HIJO, o tenemos alguna otra meta para nuestra vida? 

Desde que se convirtió en un discípulo de Jesucristo, no se puede ser tan independiente como lo que solía ser.

Dios revela en Juan 17 que su propósito no es sólo responder nuestras oraciones, sino que a través de la oración, podamos llegar a conocerlo y hacernos saber, que ÉL es y fuera de ÉL nada existe.

Hay una oración que DIOS tiene que responder, y que es la oración de nuestro Señor Jesús "... para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti ...". ¿Estamos tan cerca a Jesucristo como eso?.

DIOS no está preocupado acerca de nuestros planes, Él no pregunta, "¿Quieres ir a través de esta pérdida de un ser querido, con estas dificultades, o tales derrotas?" No, Él permite estas cosas para su propio propósito. 

Entonces, sometámonos a nuestro DIOS, entendamos de una vez que somos discípulos de Jesucristo y agradezcamos que podamos entender este camino, y así cada cosa que estamos pasando, se nos hace más dulce, siendo barro en manos del alfarero. No más críticas ni murmuraciones, y no seamos insistentes en nuestro propio camino.

Las cosas que nos suceden, por sí mismas no nos hacen el mal, o no nos hacen más santos, todo dependerá de nuestra actitud, nuestra relación con DIOS y su nivel de intimidad. 

Entonces, si vamos a orar, respecto de nuestras propias vidas, que nuestros labios emanen aquella oración de Matero 26:42 "hágase tu voluntad", entonces nos animaremos y consolaremos con Juan 17:11, sabiendo que nuestro Padre está trabajando de acuerdo a su propia sabiduría, logrando lo que es lo mejor.

Cuando entendemos el propósito de Dios, no vamos a ser mezquinos y cínicos. Jesús oró para que nosotros logremos la absoluta unidad con Él, como Él era uno con el Padre. 

Algunos de nosotros estamos lejos de esta unidad, sin embargo, sabemos y tenemos la seguridad que DIOS no nos dejará en paz hasta que seamos uno con ÉL.

Jesús oró: "... que todos sean uno...."

Amén.


No hay comentarios.:

Pecados Capitales (borrador)

Los pecados te alejan indefectiblemente de la misericordia de Dios, sin embargo es fundamental entender que Dios no odia al hombre si...