Hay
que tener esto siempre presente: la vida es corta.
Durante
esta vida, es un regalo de Dios que nos mantenga ocupados en lo que a uno le
gusta hacer, pero si comenzamos a amar el dinero, nunca será suficiente, porque
siempre se quiere más y más.
Es
DIOS, que a través de nuestra confianza en la salvación, podemos llegar a casa
y podemos dormir en paz, tenga poco o mucho que comer. Sin embargo el rico no
puede dormir porque su riqueza le trae muchas preocupaciones.
Si
Dios le da a uno riqueza, propiedades y el poder disfrutar de ellas, tome su
parte, acepte lo que Dios le da a uno como regalo, y comparta con quienes
necesiten.
Recordar
que nada trajimos al nacer y nada nos llevamos al morir, solo amar, servir y
perdonar.
Paráfrasis (Eclesiastés 5 :7-20 y algunas reflexiones
personales).
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