"Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su
camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos. "
Jeremías 10:23.
La vida no es más que un peregrinaje por el camino trazado por
nuestro Señor y DIOS, o por el camino de tus propias decisiones.
Entregarse a una vida de independencia dirigida por si solo,
es el único camino en el cual la criatura puede satisfacer su deseo (satánico)
de ser semejante a DIOS. Tal semejanza en verdad, es muy débil, pero sirve para
satisfacer esa locura que dice: "“Soy el amo de mi destino: soy el capitán
de mi alma”,
(Nelson Mandela).
El camino dirigido por la criatura, tiene como destino, la
consumación eterna, de lo que merece su carrera miserable: Soberbia y mentira.
Es notable que la pecaminosidad no se agota al cometer el
crimen de rechazar a DIOS y su bondadoso plan: sigue tratando de entronizar el
yo y proponiendo una forma de vida que es totalmente distinta, indigna y que
deshonra a DIOS. El camino de las propias decisiones, corresponde a una
filosofía de vida egocéntrica, excluyendo a DIOS completamente.
La mentira y la soberbia, substituye a DIOS por el yo, que
tiene como natural resultado, la adopción de un plan de vida completamente
egocéntrico en vez de teocéntrico. Lucifer es el padre de la mentira y la
soberbia.
Sería difícil encontrar un pasaje como Romanos 1:28 al 31, que
nos presente con más claridad lo que le sucede a la persona que no tiene en
cuenta a Dios. Este pasaje dice así:
"Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios
los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando
atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad;
llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades;
murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios,
altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales,
sin afecto natural, implacables, sin misericordia; " . Romanos 1:28 - 31.
El Señor viene.
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