"Babilonia, nación enemiga, no te alegres de vernos en desgracia. Fuimos derrotados, pero volveremos a levantarnos; ahora estamos en graves problemas, pero el Dios de Israel nos salvará."
Miqueas 7:8
Esto expresa los sentimientos de los que nos encontramos oprimidos. Nuestro enemigo puede apagar nuestra luz por una temporada, pero nuestra esperanzas es que en el SEÑOR, estamos confiados y nos aferramos a su promesa que estará con nosotros y nunca nos abandonara, y esta temporada de opresión y oscuridad acabará pronto.
Los insultos de los enemigos serán por poco tiempo. El SEÑOR convertirá su risa en llanto y nuestros suspiros en canto de alabanza al SEÑOR.
El gran enemigo de las almas, se le ha consedido un triunfo sobre nosotros, como él ha triunfado sobre mejores hombres que nosotros, pero fortalezcamos nuestro corazón. Nos levantaremos de nuestra caída, porque nuestro DIOS no ha caído y ÉL nos levantará porque el ha vencido. No vamos a permancer en oscuridad, aunque por momento caminemos en ella, porque nuestro SEÑOR es la fuente de luz, y pronto nos traerá un días de alegría. No nos desesperemos ni dudemos, porque nuestros enemigos llorarán cuando su jactancia se convierta en desprecio eterno. Pero bienaventurados son todos los santos que sufren, porque ellos serán consolados por DIOS.
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