Se ha levantado una voz como la
de Jeremías, que con firmeza y vehemencia ha exhortado a sus líderes, de proceder
de acuerdo a la palabra de DIOS. Habló, y nadie lo escuchó.
Han decidido disfrutar de la buena vida: seguridad financiera y emocional, rodeada de admiradores y gozando el fruto de su trabajo. Ellos crean opiniones e implantan moralidad. Admiran sus logros. Saben quiénes son y a dónde se dirigen, avanzan con confianza para alcanzar sus metas.
Si los líderes de esta nación, no se arrepienten y vuelven a DIOS y a nuestro Señor Jesucristo, se desliza con rapidez
hacia la destrucción, mientras se inclinan los dioses destino y fortuna.
Palabra para el Pastor Soto.
Palabra para el Pastor Soto.